lunes, 12 de agosto de 2013

"En la lucha nos veremos..."

- "Desde el hondo crisol de la patria se levanta el clamor popular;
   ya se anuncia la nueva alborada, todo México comienza a cantar."-
   Venceremos - Inti Illimani (Con una pequeña adaptación en la palabra México)

El día 9 de agosto, dentro de la sala Miguel Covarruvias del Centro Cultural Universitario en la Ciudad Universitaria, se llevó a cabo un merecido homenaje a Raúl Álvarez Garín y a toda la "generación del 68". Aquella generación que en estos días, pero de hace 45 años, salía a "ganar la calle" mediante marchas multitudinarias que trastocaron la vida cotidiana del Distrito Federal y algunas zonas del resto de la república; todo ello en busca de las simples libertades democráticas que el mundo occidental proclama ante la opinión  nacional e internacional. (En esa década y ahora)

El homenaje transcurrió con un protocolo muy sencillo: Un moderador que otorgaba pequeñas semblanzas de la vida durante el movimiento estudiantil, seguidas de la ejecución de piezas musicales que amenizaban una proyección de imágenes, en ellas pudimos observar distintas marchas (incluyendo la que acompañó el ex rector de la UNAM, Javier Barros Sierra), la elaboración del "mural efímero" en la explanada de rectoría, y, en general, el día a día que se desarrollaba entre colectas, entrega de propaganda del CNH en las calles, etc. 

Por parte de la generación del 68, hicieron acto de presencia Félix Hernández Gamundi (representante de la ESIME del IPN), Daniel Molina (periodista) y, un invitado especial, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. La presencia de este último fue una grata sorpresa por el papel que el ingeniero representa para la "izquierda mexicana" y por su relación congénita con una pieza clave, y moral, del movimiento: El General Lázaro Cárdenas del Río.

Debido a un tratamiento de quimioterapia, el protagonista de la noche, Raúl Álverez Garín, no pudo estar físicamente en el recinto universitario; sin embargo, ese mismo día dejó grabado un vídeo. Con poco menos de 15 minutos de duración demostró su lucidez y gran capacidad intelectual con críticas y reconocimiento al desempeño de la lucha social en México y, en el contexto internacional, al papel de Julian Assange, Bradley Manning y Edward Snowden  en materia de libertad de expresión.

Seguro ustedes piensan que el evento fue seriedad al 100%, nada más alejado de la realidad. Casi al final de la tarde-noche se presentó un incidente chusco: La energía eléctrica de la sala se fue por menos de 30 segundos. Comentarios como: "Fue Luis Echeverría" y "Esto no pasaría si fuera un edificio del Poli" se percibieron en el silencio; hasta que una persona le puso color amable a esta situación. Comenzó como un canto aislado, pero dentro de un minuto nos encontramos cantando juntos, los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional, "Venceremos" de Inti Illimani (Chile). Momento épico que demostró la sintonía entre dos generaciones que parecerían diferentes: Ellos los viejos y nosotros los jóvenes.

"Me gustan los estudiantes" de Violeta Parra; "La canción del granadero", cuya adaptación en 1968 formó parte del folclor de las movilizaciones; "Yo vengo a ofrecer mi corazón" de Mercedes Sosa; "El himno de la Internacional Comunista", sirvieron de colofón para una velada llena de emociones y sentimientos encontrados.

Como estudiante de la universidad, ciudadano y ser humano, me declaro en deuda con los participantes de "nuestro verano del 68". Este acontecimiento clave para la posterior apertura democrática en México es la razón de mi interés por la política nacional e internacional; por ello, abstenerme de presenciar dichas reuniones sería una contradicción casi biológica (parafraseando a Salvador Allende).
"Unión y fraternidad" es la vía que este país debe asumir; de hacerlo o no depende la resolución de los tantos debates contemporáneos. Vale la pena siempre dar un vistazo al pasado, ¿no lo creen? 

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