sábado, 10 de mayo de 2014

Vorágine

"Pasión desenfrenada o mezcla de sentimientos muy intensos; aglomeración confusa de sucesos o de cosas en movimiento..." -Vorágine según la Real Academia Española-

Y miren que con mi chovinismo recurrir a fuentes españolas me es arduo; pero dice Cristina Pacheco para su emisión televisiva: Aquí nos tocó vivir. ¿Qué es correcto hacer y qué no lo es? Es esa la controversia que asola el pensamiento hoy en día. No saber si algo es congruente; dudar si en escribir, o no, estas líneas; hablar y unir las ideas en plena conversación..., tener la conciencia de no poseer paz mental.

Hace algunos escritos comentaba el poder del ruido para corromper la comunicación y abolir pensamientos, el ruido era mera repetición musical emanada de auriculares de manufactura, seguramente, asiática; en cambio, el origen de la represión auditiva ahora es derivado de pereza, mala fe y apatía. Seguro estoy que no he perdido la capacidad de ser tolerante, diplomático y, en ciertas ocasiones, empático; aunque también tenga noción de que la mayoría de esas veces hayan sido dientes para afuera.

Ahora que he abundado en ello, puede que la culpa no sea enteramente mía; sin embargo, tampoco recurriré a asignar responsabilidades a diestra y siniestra. Lo que sí diré es que la vida, como dijo Lennon, es más fácil con los ojos cerrados. A pesar de ello, lo que imploro es que la gente que me rodea explote contra mí; que dejen a un lado hipocresías y posturas falsas para mostrarse tal y como son: humanos. No todo es felicidad en la vida, la crudeza y maleza son innatas de nuestra condición natural; lo que ha sucedido es que se nos inculca a reprimirlo, no mostrar el malestar y continuar el día a día.

Ha invadido la psique aquella aseveración del joven Neil Young, que posteriormente retomaría Cobain: "Mejor quemarse a desvanecerse". Pero no hay motivo de alarma alguno; no los alejo para no salpicarlos de sesos y sangre, solo requiero de espacio...